٥١

¡Oh, creyentes! No toméis a los judíos ni a los cristianos por aliados, porque ellos son aliados entre sí. Quien les dé lealtad se convierte en uno de ellos. Dios no guía a un pueblo opresor.
٥٢
Verás que quienes tienen una enfermedad en el corazón [la hipocresía] se apresuran buscando su complacencia1 y dicen: “Tenemos miedo de que nos sorprenda una derrota”. Pero puede que Dios les tenga deparada la victoria o algún otro decreto, y entonces tengan que arrepentirse de lo que pensaban.
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