La gente del Paraíso dirá a la gente del Fuego: “Hemos encontrado lo que nuestro Señor nos había prometido. ¿Acaso no estáis vosotros padeciendo el castigo que vuestro Señor os había advertido?” Responderán: “¡Sí!” Entonces se oirá a un pregonero decir: “¡Que la maldición de Dios pese sobre los opresores!”,