Los que vinieron con la calumnia1 son un grupo de entre vosotros mismos. No penséis [¡oh, creyentes!] que esto acarreará un mal para vosotros; por el contrario, es un bien2. Cada uno de los que cometieron este pecado recibirá su merecido, y el mayor responsable entre ellos tendrá un castigo severo.