١٧٥

Así [es la estrategia del] demonio, que intenta atemorizar a quienes le siguen. Pero no le temáis a él, sino temedme a Mí, si sois verdaderamente creyentes1.
١٧٦
Que no te cause tristeza ver a quienes se precipitan a negar la verdad, porque no perjudican a Dios. Es voluntad de Dios que en la otra vida no obtengan bendición alguna y sí tengan un castigo terrible.
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